Cerro Porteño de Paraguay venció 3-2 al Monagas de Venezuela, en un entretenido partido por la última fecha del Grupo A de la CONMEBOL Libertadores disputado en Asunción, que sirvió a los azulgranas para festejar su clasificación anticipada a octavos conquistada semanas atrás en Uruguay.
El ‘Ciclón de barrio Obrero’ había clasificado a los octavos de final en la quinta fecha al igual que el Gremio de Brasil, que terminó primero de la llave.
Los de Porto Alegre, campeones defensores del torneo, vencieron 1-0 al uruguayo Defensor Sporting en la misma jornada.
Con estos resultados, Gremio y Cerro Porteño quedaron primero y segundo de la llave con 14 y 13 unidades respectivamente. Defensor finalizó tercero con 4 y Monagas último con 3.
En Asunción, Cerro se adelantó en el marcador a los 6’ minutos con un tanto desde el punto penal que ejecutó el atacante argentino Diego Churin.
Nelson Haedo Valdez, quien había ingresado por el lesionado delantero Alfio Oviedo antes de finalizar el primer tiempo, se encargó de rematar el segundo penal que cobró el juez argentino Fernando Espinoza, a los 47’ minutos.
Cuando todo parecía que el resultado se podía dar por finiquitado, los de Maturín sorprendieron por su ambición y empuje.
No se amilanaron por el resultado. El técnico Jhonny Ferreira hizo dos cambios claves en el segundo tiempo. Mandó al campo a Christian Flores (por Roberto Chacón, el autor de la primera falta penal) y Rubén Rojas (por el volante Edward Bracho).
Con gran temeridad y determinación avanzaron pese a la peligrosidad de los atacantes locales.
A los 72’ minutos, el delantero Luis González, terminó una jugada individual estrellando su remate en el poste izquierdo del arco defendido por Antony Silva.
Del rebote, el otro hombre de refresco, Rubén Rojas, venció al arquero paraguayo de cabeza. El descuento de Rubén Rojas acicateó a la visita.
Con aplomo y seguridad los dirigidos de Ferreira se fueron con todo adelante, y tanto fue «el cántaro a la fuente…» que el delantero Jhonder Cádiz empató a los 79’.
Se anticipó a toda la defensa azulgrana para conectar un centro desde la izquierda de Ismael Romero.
Despreciando las posibilidades del rival, Cerro pagó cara su displicencia.
El Monagas controló el juego con un despliegue organizado, de toque, sin renunciar nunca al contraataque.
Sus mortíferos contragolpes, por milagro, no se transformaban en conquista, especialmente en la asociación entre Flores, Rubén Rojas y Cadiz.
Desordenado pero alentado por su público (unas 15.000 personas), Cerro buscó la victoria en las postrimerías del partido.
A los 90+2’ se produjo el gol del triunfo a través de Haedo Valdez, justo después de que el cuarto árbitro marcó cuatro minutos de adición.
Las gargantas del público cerrista enronquecieron de felicidad. El juez argentino ordenó el pitazo final de un partido de ribetes dramáticos y selló la eliminación de los venezolanos.
AFP
